La pasteurización es un proceso ampliamente utilizado en las industrias relacionadas con la alimentación, tanto en el sector propiamente alimentario como en áreas como la de la producción de envases (por ejemplo, de botellas). El calor y la humedad necesarios en el proceso de pasteurización pueden crear en las pasteurizadoras el caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de microbios, facilitando que patógenos peligrosos contaminen los alimentos de forma instantánea.
La solución a este problema es la desinfección, un proceso que normalmente se lleva a cabo empleando cloro o bromo. Para ello, es importante que el nivel de químicos empleado sea tanto efectivo como seguro. Controlar la concentración de estas sustancias y de otros desinfectantes relacionados es esencial para mantener un entorno estéril en el que no se utilice una cantidad excesiva de químicos. Pi ha desarrollado una gama de analizadores, equipada con la tecnología de sensores más avanzada, capaz de controlar la concentración de sustancias desinfectantes y la dosificación de químicos. Se trata de los dispositivos CRONOS, CRIUS y CRATOS HaloSense.
La desinfección suele realizarse con cloro o bromo (habitualmente, este último es resultado de una reacción entre el bromuro de sodio y el cloro). Disueltos en agua, el cloro y el bromo reaccionan generando ácido hipocloroso y ácido bromoso, los dos tipos de ácido más importantes en la destrucción de microorganismos y dos potentes desinfectantes. Estas substancias existen en el agua en diversas concentraciones que dependen del pH o acidez, lo que dificulta la regulación de dichas concentraciones. Una dosis más grande de lo necesaria puede comprometer la seguridad de trabajadores y consumidores, además de afectar al sabor de los alimentos. Por suerte, la tecnología del dispositivo HaloSense de Pi permite una medición exacta y precisa de dichas sustancias y un control de los niveles de ácido hipocloroso y ácido bromoso en entornos con distintos tipos de pH.
Dada la naturaleza de los alimentos que se someten al proceso de pasteurización, pueden quedar restos en el dispositivo que terminen afectando negativamente a la precisión de los sensores y de los sistemas de control. Para abordar este problema, Pi ha desarrollado un sistema de limpieza que limpia automáticamente los sensores de control, acabando con los retrasos derivados de la limpieza manual. Pi también ha creado un microprograma específico para el uso de un sistema de limpieza automática en los dispositivos de pasteurización. Para controlar dicho sistema, que apenas requiere un mantenimiento sencillo, sólo se necesita una señal del propio dispositivo. El tiempo dedicado al mantenimiento puede, además, reducirse instalando un sistema de acceso remoto único ofrecido por Pi. Esto permite acceder a las interpretaciones y a la información generada por el analizador desde cualquier parte del mundo, así como realizar los ajustes necesarios y resolver problemas mucho más rápidamente, sin necesidad de gastar tiempo y dinero en una visita a las instalaciones.